23 Saúl se negó diciendo: «No quiero comer.» Pero sus servidores, a
una con la mujer, le insistieron hasta que accedió. Se levantó del suelo y se
sentó en el diván.
24 Tenía la mujer en casa un ternero cebado y se apresuró
a
degollarlo. Tomó harina, la amasó y coció unos ázimos.
25 Lo sirvió a Saúl y sus servidores, comieron y levantándose se
marcharon aquella misma noche.